¿Y por qué no apadrinar un pingüino?

Pues eso mismo me pregunté yo cuando leí por casualidad en internet sobre la campaña de apadrinamiento de pingüinos que el Ejército de Tierra español está llevando a cabo en la Antártida.

Se trata de la trigésima primera edición (yo hasta este año nunca había oído nada al respecto, la verdad), y el plazo de solicitud termina el 8 de marzo, así que, si os interesa, aún tenéis tiempo.

Es totalmente gratuito y participando “tan sólo” os comprometéis a cuidar el medio ambiente. Únicamente tenéis que cumplimentar un formulario online, elegir un nombre para vuestro “retoño” y esperar a que os llegue la documentación por E-Mail. Os enviarán una foto del pingüino al que acabáis de apadrinar y una especie de diploma con todos los datos.

El mío se llama Polito (aún no sé si por el Polo Sur o por los polos de helado…) y es un pingüino barbijo que vive en la Isla Decepción, en la Antártida.

¡Es una auténtica ricura! Pero qué os voy a decir yo, que soy su madrina… Os dejo una foto para que podáis opinar vosotros mismos.

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