Consejos para ahorrar en un viaje a Suiza

Un viaje a Suiza no es precisamente barato. Se trata de uno de los países más caros del mundo, y no queda otra que rascarse el bolsillo. Aun así, con estos consejos podréis ahorrar algún dinerillo, que siempre viene bien.

Transporte público

El transporte público en Suiza es extremadamente caro. Si sois varios es posible que os salga más barato alquilar un coche, aunque con esto no podréis acceder a algunos lugares turísticos como Zermatt. Si además tenéis pensado tomar algún tren de cremallera o teleférico para subir a alguna de sus numerosas montañas o queréis recorrer alguno de sus lagos con un barco, puede que os salga a cuenta comprar algún abono o ticket especial para el sistema de transporte público.

Supersaver-tickets

Para trayectos entre las principales ciudades se pueden encontrar por internet tickets con un precio bastante reducido. No siempre están disponibles, pero si tenéis flexibilidad de horarios y no viajáis en las fechas más demandadas (vacaciones, fines de semana de verano, etc.) los encontraréis sin problemas.

Half-Fare travelcard

Halbtax- Abo, en alemán. Al adquirir esta tarjeta personal e intransferible, cuyo costo es de 185 francos, podréis comprar a mitad de precio todos los billetes de tren, tranvía, barcos, teleférico, etc. (con algunas excepciones).

Si vais a estar varios días por el país y tenéis pensado moveros mucho en transporte público es una opción muy recomendable. Dados los elevados precios de los billetes, esos 185 francos se amortizan rápido.

Cuando se compra esta tarjeta, en realidad se firma un contrato anual de renovación automática, por lo que para que no os lleguen facturas indeseadas, deberéis daros de baja. Podéis hacerlo online, por teléfono o personalmente en los puntos de venta de las principales estaciones (Zurich, Basilea, Lucerna, Berna, etc.)

1-day travelpasses

Tageskarten, en alemán. Sólo válido junto con la Half-Fare travelcard. Es un billete válido para todo el país durante un día completo. Incluyen la mayoría de trenes de cremallera, teleféricos y barcos (una de las excepciones más remarcables es la subida al Jungfraujoch). Para los trayectos no incluidos suelen realizar un descuento enseñando este billete.

Si no sois muy madrugadores, tenéis una opción aún más barata: el 9 o’clock travelpass. Funciona exactamente igual que el anterior, pero sólo es válido de lunes a viernes (no festivos) a partir de las 9 de la mañana.

Comidas

Como todo en Suiza, los precios de los restaurantes son bastante elevados. Incluso un menú del McDonald’s es mucho más caro aquí. No es de extrañar que Suiza se encuentre siempre en lo más alto de la tabla del Big Mac index. Para los que no hayáis oído hablar de este índice: se trata de un índice elaborado anualmente por la revista The Economist que permite comparar el nivel adquisitivo de distintos países en función del precio de esta popular hamburguesa.

Si preferimos prescindir de la comida basura, los precios, evidentemente, se multiplican.

Para el que no quiera gastar en exceso, siempre es posible comprar pan y fiambre y tirar del socorrido bocata. Para alternar con alguna comida caliente, se puede optar por comer en los restaurantes de algunos centros comerciales muy extendidos por las principales ciudades. Los más económicos son los de las cadenas Migros y Coop. Hay pizzas, pasta y platos asiáticos a precios fijos y bastante asequibles. También hay diferentes opciones de autoservicio (platos calientes y ensaladas) al peso.

Agua

No es necesario que compréis agua embotellada en Suiza. El agua del grifo no sólo es potable, sino que es una de las más ricas de Europa. En las ciudades encontraréis, además, numerosas fuentes donde poder beber. Si no pone nada (la gran mayoría), es potable. Sólo si pone “kein Trinkwasser” (no potable), pasad de largo y buscad la siguiente fuente, que seguro que no anda muy lejos.

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