El castillo de Lichtenstein

El castillo del que hoy os hablo se encuentra en el sur de Alemania, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Stuttgart, y a menos de 200 kilómetros de Zúrich, donde vivo. No lo confundáis con el castillo de Liechtenstein, ese pequeño país vecino de Suiza. En este caso una “e” de más o de menos en vuestro GPS os puede llevar a un lugar completamente equivocado.

Aprovechando una reciente visita de mis padres y dado que ya no tengo trabajo (explico mi situación de paro voluntario en la entrada “Una luna de miel poco convencional”), nos decidimos a hacer algo de turismo por Alemania.

Este castillo, de estilo romántico neogótico, fue construido entre el 1840 y el 1842 sobre las ruinas de un antiguo castillo medieval.

La entrada a los jardines cuesta dos euros. Para visitar el interior hay que unirse a una visita guiada, previo pago de ocho euros. Por lo que vimos, los tours son sólo en alemán, aunque en su página web pone que se pueden organizar tours en inglés para grupos de veinte personas o más. Nosotros nos conformamos con ver el exterior.

En su web, tenéis toda la información sobre horarios (en invierno se encuentra a menudo cerrado), cómo llegar, etc.

En los jardines, destacan algunas edificaciones de maderas entramadas, muy típicas de la zona.

Pasamos junto al foso, con un bonito puente que conduce al castillo. Subiendo una pequeña cuesta llegamos a los restos de una modesta muralla y una pintoresca torre.

Pero, sin duda alguna, las vistas más espectaculares del castillo se obtienen desde lo alto de la colina. Es la imagen que encontraréis en todas las postales, tazas y todo tipo de recuerdos que venden en la pequeña tienda de la entrada.

El castillo se encuentra en lo alto de un risco imposible, asomándose al valle desde sus 250 metros de altura. Su situación le añade un toque de magia, como de cuento, al lugar. Casi decepciona no ver asomarse a Rapunzel por alguna de las ventanas, con su larga melena al viento. Yo, desde luego, me la imaginaba viviendo aquí. Por desgracia, en el momento de nuestra visita, estaban restaurando la torre. Los andamios le restaban algo de belleza al conjunto, pero, aun así, la visita mereció mucho la pena.

Seguramente, la siguiente imagen os suene a todos. Se trata de un fake muy popular en internet, mezcla de este bonito castillo y un islote famoso por aparecer en una película de James Bond, que se encuentra en la bahía tailandesa de Phang Nga.

Aunque tal híbrido hubiera sido impresionante, los escenarios originales siguen siendo espectaculares de por sí, sin necesidad de Photoshop.

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